En mi vida he jugado un God Eater, pero aún así me he parado a ver el opening de este God Eater 2 para ver qué habían hecho los nipones. Y sí, es justo lo que esperaba: armas gigantescas, diseños que rebosan molonidad con mucho de planos grisáceos y algo que me ha dejado un poco loco: una canción de acompañamiento que parece sacada de un autotune de schmoyoho. Pues bueno.
A Charlie Sheen y la comunidad de amantes del regueton les gusta esto.
Pero el opening como tal mola, todo sea dicho.