Se ha hecho un tanto de rogar, pero hoy por fin tenemos ya entre nosotros lo que va a ser la nueva XBox, llamada en un alarde de originalidad por parte de Microsoft como XBox One. Bravo por ellos.
La consola, que podéis ver en el vídeo de arriba mostrado en la conferencia de Microsoft de hoy, presenta un diseño muy minimista alejado completamente de las líneas curvas más típicas de consola que podíamos ver en sus antiguos cacharros. Las prestaciones de la máquina recuerdan mucho a las de un PC destinado a jugar, con CPU de 8 núcleos y 8 GB de RAM. Por supuesto, incluye Blu-Ray, cuenta con USB 3.0 y 500 GB de disco duro. Wi-fi y HDMI también, claro.
Como por supuesto había que empezar a pifiarla por un lado seguiremos teniendo por ahí Kinect y seguiremos viendo un intento de progreso de SmartGlass en móviles y tablets. El perfecto mando que tenía su antecesora queda un poco desfavorecido estéticamente con la incorporación de una cruceta que a simple vista parece claramente una evolución de lo que había antes (aunque nada nuevo respecto a la competencia). Los sticks ganan un nuevo tipo de agarre, recordando mucho al tipo de «seta» que presentó Sony para su PS4.