‘La Tumba de las Luciérnagas’ tendrá otra adaptación más, pero a imagen real y de producción inglesa

Hablar de La Tumba de las Luciérnagas no es hablar de cualquier cosa. Es hablar de una de los primeros filmes que catapultó al glorificado Studio Ghibli a lo que es hoy día, una cinta que con el paso del tiempo no sólo ha terminado siendo una de las grandes obras maestras del estudio japonés, sino también del cine de animación en toda su historia. En resumen, lo que viene siendo una cinta intocable y cuya profanación no distaría demasiado de ser considerada un evidente sacrilegio.

Pero al parecer, esto no parece ser impedimento suficiente para que el cine actual haga gala una vez más de su abrumadora falta de ideas y de cómo importa más exprimir una gallina de los huevos que otra cosa. Más bien al contrario. Allá donde haya un producto de culto (y si es de origen exótico, mejor) cuya rentabilidad aún pueda dar más de sí, allí estará el cine occidental. A la última que le va a tocar vivir esto será, como habréis leído en el titular, a la cinta dirigida por Isao Takahata en 1988, considerada aún a día de hoy la mejor adaptación que ha recibido la novela homónima original de 1967 escrita por Akiyaki Nosaka, después de que recibiera otras dos versiones más en live action en 2005 en 2008, televisiva y cinematográfica respectivamente.

Y si ya ha tenido otras dos adaptaciones a carne y hueso, ¿qué problema hay con que se haga otra más? Pues fácil: que mientras las dos anteriormente mencionadas eran ambas de producción japonesa, la nueva lo será de inglesa, lo cual conlleva ciertos riesgos de que se acaben pasando ciertos aspectos de la novela por el forro de los redondos con tal de hacerla más «accesible». Los occidentales somos así de cachondos, fíjese usted. La nueva La Tumba de las Luciérnagas estará comandada por Dresden Pictures, productora especializada en cortometrajes (por no decir que es lo único que ha hecho en su escasa progresión creativa). Veremos como acaba la cosa. Yo, personalmente, no me fío un pelo. Es más, tengo miedo.