Primeras impresiones de Thermae Romae

DibujoLa verdad es que no conocía apenas nada de Thermae Romae antes de comprar este primer tomo que Norma Editorial saca a la venta en el Salón del Cómic; sabía que había terminado de publicarse en Japón recientemente con seis tomos, que había obtenido una adaptación a imagen real, que iba sobre termas y un romano que viajaba en el tiempo hasta el Japón actual y que la autora vivía en Portugal.

Ahora que lo he leído me lamento de no haber investigado más. ¿Quién es Mari Yamazaki, qué hace en Portugal, qué otros trabajos tiene y cómo se le pudo ocurrir una historia tan genial? A primera vista, por lo simple de su argumento pensaba que era una comedia simplona cualquiera, pero nada más leer el primer capítulo he visto todo el trabajo de documentación que tiene detrás y me ha fascinado el cuidado por los pequeños detalles y el estudio de las épocas y de las costumbres, tanto romana como japonesa actual.

Destacar que al final de cada capítulo la autora explica en un par de páginas sus motivaciones e inspiraciones para cosas de la historia, con fotos de sus investigaciones.

Mari Yamazaki cuida mucho el dibujo, siendo éste muy realista, haciendo gala de una anatomía trabajada ofreciendo viñetas de partes que parecen especialmente complejas para algunos autores de medio pelo, como pies y manos.

Por otro lado, los capítulos recogidos en este tomo me han parecido algo clónicos; en todos se repite el mismo esquema de problema, viaje y solución. El protagonista tiene un percance en su vida, visita unos baños, viaja al futuro y en Japón descubre algo que podría servirle, haciendo gala de su racismo al mismo tiempo. Vuelve a Roma y todos son felices y se ponen en remojo con sus ocurrrencias. Me pregunto si en los siguientes tomos la historia se seguirá desarrollando así o llevará otros derroteros. Por el momento se desarrolla una curiosa subtrama bastante singular.

En relación con esa subtrama, me ha hecho gracia las técnicas que utiliza la autora para evitar enseñar penes, recurriendo al conocido vaporcillo o encuadrando las viñetas de tal manera que no asomen. Y aun conociendo la censura japonesa a los genitales, me sorprende que la autora sólo dibuje los de estatuas. Al fin y al cabo, es un manga para adultos.

En cuanto a la edición se trata de la estándar de Norma de tomo normal por 8 € con alrededor de doscientas páginas la primera en color con la ilustración de portada. La cubierta no tiene brillo excepto en un trozo de la ilustración, algo que no me ha gustado siendo encima blanca en su mayor parte, porque se mancha con mucha facilidad. Es verdad que así queda más elegante, pero prefiero que sea más funcional, porque por mucho cuidado que tengas con los mangas siempre pueden ocurrir accidentes, y en las tiendas hay clientes que los manosean descuidadamente. Éste es el único fallo que le encuentro a la edición, aparte de alguna página que transparenta un poco, pero eso son errores puntuales (aunque desgraciadamente cada vez más habituales).

En conclusión, ínter nos,  Thermae Romae se ha convertido en una de mis compras imprescindibles de cara al futuro.