Reseña de Katsu!

katsu primera imagen

Cuando pensamos en manga de boxeo es inevitable que nos vengan a la cabeza dos títulos muy concretos y legendarios, Ashita no Joe y Hajime no Ippo, este último aún en publicación y con más de 100 tomos a sus espaldas. Si sabemos un poco más quizá también pensemos en Ring ni kakerô, de Masami Kurumada, el autor de Saint Seiya. Pero a pesar de que se le suele asociar —y él tiene la culpa— con el manga de béisbol, Mitsuru Adachi también ha tocado otros deportes, y entre ellos el boxeo, si es que al pugilismo se le puede llamar deporte.

Antes de cosechar un nuevo gran éxito con Cross Game (y cuando decimos «gran éxito» nos referimos a manga premiado, porque casi todo lo que hace este señor es bueno), el autor nos obsequió con Katsu!, el manga más largo que ha dedicado a un deporte en el que no participan bateadores ni lanzadores. Eso sí, no es tan sorprendente como que hiciera uno sobre natación (Rough), porque al fin y al cabo en otras de sus obras, por ejemplo en la mismísima Touch, el boxeo ya había salido a pesar de no ser el deporte principal. En Katsu!, sin embargo, y quizá todavía harto del béisbol tras las largas Touch y H2, le da todo el protagonismo y se quita la posible espina que le habría quedado en caso de no haber dibujado esta historia.

Este manga se serializó entre 2001 y 2005 en la revista semanal Shonen Sunday, la habitual para las obras de Mitsuru Adachi, y se recopiló en 16 volúmenes que se pueden conseguir, además de en japonés (idioma en el que también se ha publicado en 8 de grosor doble) y otros idiomas asiáticos, en italiano y en francés. No obtuvo premios, no fue adaptado a anime ni a serie o película de imagen real, pero no por ello es menos interesante.

katsu adachi manga

Como no podía ser de otra forma, el título contiene un juego de palabras, y es que «katsu» significa «ganar» en japonés, pero también es parte del nombre de los dos protagonistas, él Katsuki Satoyama y ella Katsuki Mizutani, ambos de 15 años y compartiendo clase aparte de nombre de pila (los kanjis son distintos, eso sí). El primero, junto con su mejor amigo, se apunta al gimnasio de boxeo del padre de la chica con la intención de impresionarla, pero pronto descubre que los padres de Mizutani están separados y que la chica tiene poca relación con él, además de que se dice que en realidad odia el pugilismo.

Sin embargo, a medida que avanza la historia descubrimos que no es así. De hecho, es bastante buena luchadora, pero que sea un mundo casi exclusivamente masculino —a pesar de que la sociedad está evolucionando en este sentido— ha hecho que de puertas afuera le dé la espalda. La aparición de Satoyama y su talento natural para el boxeo hace que la chica se vuelva a interesar por esta disciplina ya que, al ver en su compañero de clase un diamante en bruto, decide convertirse en su mánager y pulirlo para, a través de Satoyama, hacer realidad su sueño de un campeonato mundial para un luchador japonés. Una idea muy típica de Adachi, aunque solemos verla en la forma beisbolística de «llevar a una chica» al Kôshien.

Lo que podría parecer el típico manga deportivo y, usando el término con flexibilidad, spokon, en manos de Adachi se convierte en un relato estudiantil con mucho deporte (repito: si esto es deporte), situaciones de lo más cotidianas, un humor muy particular y marca de la casa, algo de fan service con las portadillas protagonizadas por Katsuki (chica), personajes principales y secundarios muy trabajados y con relaciones sentimentalmente poligonales, y ese sabor tan propio de las obras del autor que destilan todas sus obras.

katsu adachi toniPor supuesto, igual que en los mangas de béisbol conocemos otros equipos y a sus jugadores, en Katsu! se nos presentan también rivales del protagonista por los que no podremos evitar sentir simpatía, independientemente de la primera impresión que nos den, cada uno a su manera. Y como en cualquier manga de Adachi que se precie, aquí hay originales composiciones familiares (ya sabéis, si sois fans de su obra, lo mucho que le gusta esto) y también tragedia, aunque en esta ocasión no obligará a los personajes a reorientar sus vidas, sino que se produce en el pasado narrativo  y configura su presente y, lo que es más importante, une el destino de varios personajes. No se puede contar con más detalle sin destrozar la sorpresa que nos da la historia cuando decide contárnoslo, así que no diré nada más al respecto. En cualquier caso es una vuelta de tuerca al «momento Adachi», que seguramente es consciente de que matar a un personaje es un recurso del que no debe abusar y que quizá ya ha utilizado todas las veces que podía.

Katsu! es un manga de boxeo, con escenas deliciosas sobre el ring, pero también narra el nacimiento y la formación de un romance, nos hace querer a todos los personajes, ofrece sorpresas y giros argumentales y, por una vez, se despide con un final concreto y sin interpretaciones abiertas al debate. Quizá no llega (seguro) al nivel de Touch o Cross Game, pero se les acerca mucho y, sin duda, dejará satisfecho a cualquier fan del aquí editorialmente casi ignorado Mitsuru Adachi.