Reseña de Seraphim -266613336Wings-

seraphimJuntar a dos pesos pesados de la industria como Satoshi Kon y Mamoru Oshii es un desafío que puede resultar muy interesante, o muy peligroso, y según cuentan en el artículo que aparece al final de este manga, en este caso resultó lo segundo. Oshii y Kon habían trabajado juntos en la aclamada película Patlabor 2, y la revista Animage les juntó para realizar este manga, con Oshii al frente del guión y Kon al dibujo, al menos en los primeros capítulos y pasando después a colaborar sólo Oshii como autor de la idea original. Quizá es que la historia se planteaba de una manera muy ambiciosa, como parte de otro gran producto multimedia con anime y más productos relacionados, y al no llegar éstos decidieron poner fin al asunto. O quizá simplemente surgieron otros proyectos más interesantes: el caso es que tras 16 capítulos publicados entre 1994 y 1995 nunca más se supo de esta historia, hasta ser recopilada en tomo en 2010, poco meses después del fallecimiento de Kon por un cáncer de páncreas.

En Seraphim -266613336Wings- la civilización se ha visto asolada por una extraña enfermedad, la enfermedad del ángel, que ha atacado principalemnte el continente euroasiático. Esta enfermedad, tanto de origen como propagación desconocidos, sume a los enfermos en sueños placenteros hasta deformar su esqueleto, dando apariencia de poseer alas y morir. En una investigación casi suicida, la Organización Mundial de la Salud envía a un alto comisionado de refugiados (un biológo y un perro rebautizados como Melchor, Gaspar y Baltasar acompañados de una misteriosa niña llamada Sera) a la zona en cuarentena. Pero dicha investigación esconde muchos secretos, y tiene que enfrentarse a muchos otros, pues las zonas infectadas se han visto inmersas en guerras civiles y otras desgracias, reduciendo el control de las zonas a madias y clanes tribales, a los que un grupo tan heterodoxo tiene que hacer frente.

Bajo esta compleja premisa se ofrecen referencias a numerosos hechos históricos, teorías físicas, mitos orientales y religiosos así como políticas geográficas y étnicas para rizar el rizo. Como desgraciadamente la historia está inconclusa no se puede saber si todas estas piezas del puzle encajan a la perfección o son un mero decorado para enriquecer la historia y asombrar a los gafapastas al estilo de conocidas series de televisión estadounidenses; puede también que los autores se metiesen en un jardín del que no supiesen salir.

Pero a pesar de estar inconclusa, la lectura de Seraphim es muy interesante. Aun siendo una historia muy enrevesada, está muy bien narrada, con un dibujo muy detallado y unos personajes muy trabajados. De hecho, si no se supiese que no se continuó se podría considerar que en realidad el manga trata sobre la aceptación de los personajes de su dura misión, y que termina con un final abierto porque lo que se quería contar ya estaba dicho.

Planeta ha editado esta obra dentro de su colección Babel, bajo la que ya lanzaron Regreso al mar, del mismo autor, en una edición muy similar, con tapa dura, y algunas páginas a color. La editorial ha hecho un gran trabajo con esta edición, y es de agradecer que a pesar del handicap con el que cuenta el tomo siga apostando por ofrecer todo el trabajo de un artista tan querido.