Ya es primavera, que diría el Corte Inglés. Y nosotros, que siempre andamos con un ojo puesto en el mundo de la animación nipona, ya sabemos lo que eso significa: avituallarse con un pequeño refrigerio y subirse las mangas hasta los codos con los capítulos de turno bien preparados. Todo para ponerse manos a la obra con una nueva temporada de anime que viene, como de costumbre, cargadita de estrenos para todos los gustos y de todos colores. Hoy damos el pistoletazo de salida con la que, seguramente, sea una de las series destinadas a convertirse en una de las comidillas comunes de esta temporada. Basada en el manga homónimo de Matcha Hazuki, el de One Week Friends es un piloto cuyo tono tan conscientemente ligero parece predecir otra historia que añadir al montón, pero que busca su mejor baza en su temática de amores imposibles y recuerdos fugaces. Aunque de esto ya os hablarán muchísimo mejor Ashita, Ruben y Sergi.
La opinión de Ashita
Casi todas las temporadas de anime nos ofrecen una serie wow. Es esa obra de la que te quedas prendado desde el inicio y la disfrutas de principio a fin. Y de entre todos los nuevos animes de esta primavera, One Week Friends (o Isshuukan Friends) es la que mejor impresión me ha dado en su piloto (en esta valoración no tengo en cuenta segundas temporadas, si no Mushishi ganaría de calle, porque… Ya sabéis, es Mushishi). Isshuukan Friends es una historia terriblemente bella, y de momento parece que Brain’s Base ha acertado en la adaptación del manga. Tampoco nos tendríamos que extrañar considerando que el guionista –Suga Shoutarou–, tiene un amplio historial de adaptaciones con muy buen hacer de por medio.
En este primer episodio no podríamos decir que la trama haya sido muy profunda o potente, pero lo que me ha dejado prendado es la ejecución del contenido. El director, Taro Iwasaki, ha sabido reforzar muy bien la ambientación de la historia; a base de un tempo pausado, colores claros y una banda sonora a ritmo de piano, todos los elementos contribuyen a crear una historia dulce, que nos cuenta de forma sencilla y encantadora la inocente relación de dos adolescentes: él, un chico cándido y enamorado; ella una chica solitaria con un secreto especial. Y no me mal interpretéis, no es una historia dramática ni edulcorada, sino que tiene toda la pinta de ser amable y simpática. Y digo que tiene toda la pinta de serlo porque este primer episodio destila un potencial oculto que puede llegar a magnificar mucho la obra. Es cuestión de esperar.
La opinión de Rubén
Brain’s Base ya ha demostrado en varias ocasiones que sabe hacer auténticas maravillas con la animación de género costumbrista en el que predomina un ritmo tranquilo; como ejemplo tenemos las cuatro temporadas de Natsume Yuujinchou, la serie Kamichu! o la segunda temporada de Spice and Wolf II, así que cuando me enteré de que (en el original Isshuukan Friends) iba a estar animada por este estudio me llevé una muy grata sorpresa, y es que el argumento era ideal para que el estudio pudiese manifestar todo su potencial.
Tras ver el primer episodio de esta serie he de decir que no ha colmado todas mis expectativas, pero poco le ha faltado. Sin duda el capítulo me ha parecido muy bueno y me ha encantado, pero le ha faltado “algo” para que terminase de ser perfecto. Posiblemente ese elemento ausente es que de momento no conocemos tanto a los personajes como para que transmitan al espectador toda esa amalgama de sentimientos que están viviendo, pero tengo la seguridad de que con el paso de los capítulos nos iremos apegando a ellos y esa impresión desaparecerá.
Posiblemente estamos ante una de las series más simples de la temporada, pero es gracias a esa simpleza que este capítulo me ha gustado tanto. Uno de los puntos fuertes que tiene la historia es la atmósfera tan relajante que consigue gracias a su ritmo tranquilo y a su dulce banda sonora, que acompaña perfectamente a las situaciones que van sucediendo.
El eje central de esta historia son los dos jóvenes protagonistas: un chico y una chica que rebosan bondad y simpatía a los cuatro costados y de los que rápidamente me he enamorado. Como dije antes, estos dos personajes son algo planos, pues apenas hemos tenido tiempo para catarlos, pero si ya me han gustado tanto en un principio no quiero ni imaginarme cuánto me gustarán cuando vayan ganando profundidad.
One Week Friends es un anime tranquilo, pausado y sencillo para gente que guste de la animación costumbrista; lo único que hay que tener claro antes de empezar a verla es que aquí no hay ni fanservice, ni acción ni una historia compleja: solo tranquilidad y sentimientos.
La opinión de Sergi
Dice unas líneas más arriba mi compañero Ashita que le ve potencial a la serie: yo no sé exactamente si le veo lo mismo, pero sí sé que este primer capítulo me ha gustado, y me quedo con eso. También que el argumento que se presenta podía ser perfectamente el de una película de Adam Sandler y Drew Barrymore, pero bueno, ése quizás sea otro tema. Ah no, espera, si es que es justo una especie de versión animada de, salvando las distancias, 50 first dates. Y es que si en aquella película tan regulera la chica se levantaba cada mañana con los recuerdos del día anterior olvidados, en la serie que Brain’s Base ha presentado –adaptando un manga de Hazuki Matcha que, a día de hoy, se sigue publicando–, ocurre lo mismo pero con un lapso de tiempo, una semana concretamente, mayor. Es decir: en este primer capítulo repleto de un encanto que rebosa por todas partes –y que viene especialmente del diseño de los personajes y de la atmósfera sencilla y encantadora que se presenta– nos muestran a un chico que se enamora de una compañera de clase, la cual es reticente a tener amistades porque, cada semana, olvida todo irremediablemente.
Un argumento a primera vista anodino, casi ridículo y totalmente pasado de rosca, pero que aquí, por unas acertadadísimas decisiones artísticas, funcionan: los personajes son suaves, desenfadados, y apenas hay elementos (de momento) que se interpongan en la historia principal; este primer capítulo podría haber funcionado, por eso mismo (por su simpleza orgánica), como una OVA. Han decidido que sea serie, y tampoco me parece mal realmente: si respetan ese cánon presentado en en el piloto y deciden centrarlo todo en una relación sencilla y totalmente edulcorada quizás sí presenciemos algo muy redondo en las próximas semanas.