Cinco grandes RPG que han caído en el olvido (I): Legend of Mana

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Es posible que a los más nostálgicos les traiga recuerdos el nombre de Secret of Mana, uno de los RPGs clásicos de la antigua Super Nintendo. Este título de Squaresoft era en realidad la segunda entrega de la serie Seiken Densetsu, una de las franquicias roleras de la compañía y, en parte, hermana de la famosa Final Fantasy que tanto ha triunfado en el mundo. Por desgracia, escasos son los juegos de esta serie que han logrado aterrizar en occidente, no digamos ya en territorio europeo, pues a excepción de los últimos juegos de Nintendo DS Children of Mana y Heroes of Mana, poco o ningún interés ha mostrado la compañía por introducir esta serie en territorio PAL. Así pues, son bastantes las entregas que no hemos podido catar durante este tiempo, y uno de los casos más dolorosos es con el juego Legend of Mana, de PlayStation.

Legend of Mana fue lanzado en Japón en verano de 1999 y se convirtió en uno de los últimos grandes títulos de la consola. Su historia tiene lugar en el mundo fantástico de Fa’Diel, una tierra que durante largo tiempo sufrió el azote de la guerra y en el que se tuvieron lugar toda clase de eventos, la mayoría centrados en la figura del Árbol de Maná, que proporcionaba vida y magia al mundo. Sin embargo, hace 900 años el árbol se quemó y con él todo el maná disponible, desembocando así un nuevo conflicto por la magia restante: magos, hadas, bestias y toda clase de criaturas lucharon entre sí provocando el caos en la tierra. Ahora, mucho tiempo después, el Árbol de Maná se mantiene en un estado de letargo mientras el mundo ha sido dividido en fragmentos, encerrados dentro de objetos mágicos.

Con esta premisa empieza este título lleno de magia y fantasía, en el que deberemos despertar los recuerdos de cada objeto para revivir las distintas zonas de Fa’Diel y, con el tiempo, el propio Árbol de Maná. Lo más curioso de este juego es que el argumento no se desarrolla de forma lineal, sino que vamos avanzando a través de misiones que nos irán mostrando distintas historias: puede que una epopeya a la caza de dragones o quizás la tragedia de dos amantes en bandos distintos de un conflicto entre razas. Cada misión de entre las casi 70 que hay conforma un episodio único en sí mismo, pero que se puede interconectar con otro que encontraremos más adelante o que puede abrirnos paso a una historia totalmente diferente. Al final, una vez terminados los tres hilos principales, podremos acceder a la historia final del juego.

Algunas de estas misiones nos premiarán con un nuevo objeto mágico, que como comentaba servirá para despertar una nueva zona en el juego. Sin embargo, somos nosotros quienes decidimos dónde colocar esta zona en el mapa, pues cada una mantiene unos valores mágicos que afectarán a aspectos como la dificultad de los enemigos, la cantidad y calidad de los tesoros que encontremos, el poder de nuestros hechizos o incluso los eventos que tendrán lugar en él. Y hablando de esto, cabe destacar que aunque es un RPG, no se trata del típico juego con un sistema de combate por turnos, sino que siguiendo la estela de anteriores juegos de la serie, luchamos contra los enemigos en tiempo real moviéndonos por el escenario.

Al iniciar la aventura, podremos elegir el sexo de nuestro personaje y su arma inicial. Cada arma tiene vinculados unos ataques especiales que podremos activar una vez llenada una barra con los cristales que sueltan los enemigos. Estos ataques, demoledores en su mayoría, son realmente útiles contra los jefes de cada misión, aunque dada la relativa facilidad con la que podemos activarlos, también es aconsejable usarlos de vez en cuando contra las hordas más pesadas en las batallas normales. Al sistema de armas se suman varios instrumentos mágicos que podremos usar para que lancen determinados hechizos elementales; personajes secundarios que se unirán a nosotros según la misión; monstruos domesticables que nos acompañarán en las batallas y que subirán de nivel junto a nosotros; e incluso gólems que podemos fabricar y personalizar a nuestro gusto para que nos apoyen durante la aventura. ¡Si es que este juego es de todo menos convencional!

Lo cierto es que si hay algo destacable en Legend of Mana, es la libertad que hay para desatar la creatividad del jugador y moldear la partida a tu gusto, añadiendo así un gran valor rejugable al título en cuestión. Y hablando de creatividad, uno de los puntos más notables es sin duda el apartado artístico del que hace gala. Tanto los personajes como los escenarios están dibujados a mano y son algunos de los más detallados que podemos encontrar en ningún juego de estas características. La atención al detalle es exquisita y se agradece mucho que desde los personajes más secundarios hasta los jefes más imponentes resulten todos tan memorables como bien animados. De hecho, los diseños en sí (realizados por Shinichi Kameoka, actual presidente y fundador del estudio Brownie Brown) son también muy variados y originales, lo que le da al juego un aspecto muy apetecible visualmente incluso ahora, 15 años después de su lanzamiento.

En el apartado sonoro tampoco se queda atrás, pues cuenta con algunas de las melodías más inspiradas de la compositora Yoko Shimomura (Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars, Parasite Eve, Kingdom Hearts). Sólo hay que escuchar algunos temas como Hometown Domina o Southern City Polpota para introducirse de lleno en el mundo de Legend of Mana, así que no es de extrañar que la propia artista considere ésta banda sonora uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. También en los temas de “mazmorreo” encontramos la ambientación adecuada, de forma que la música nos sumerge en cada zona nada más acceder a ella.

¿Se trata entonces del RPG definitivo? No. Como la mayoría de juegos, tiene sus fallos, como bien puedan ser la pobre IA de nuestros compañeros o el traicionero sistema de detección de golpes en batalla. Sin embargo, esta entrega de la serie Seiken Densetsu es uno de los títulos más sólidos de la consola y, en general, uno de los juegos de rol japonés más fascinantes que podáis encontrar. Incluso podéis juntaros con un amigo para jugar a dobles y disfrutar juntos de esta gran aventura. Con la relativa facilidad que hay ahora para jugar a juegos retro, sea a través de emuladores o de las tiendas virtuales de las consolas, creo que el único impedimento que os podría frenar para catarlo es el idioma inglés. ¿Estáis listos para demostrar vuestra valía en el mundo de Fa’Diel?