Reseña de Bôken Shônen

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La infancia define a la persona. Es un hecho que todos sabemos consciente o inconscientemente, si queremos saber como es que un adulto piensa como piensa o actúa como actúa, lo primero que hacemos es echar la vista atrás y analizar el ambiente en el que se crió y creció. Así es como empiezan todas las biografías, y por eso nuestra raza invierte tantos años en la educación (formal, no formal e informal) de los niños. Mitsuru Adachi lo sabe muy bien y es lo que analiza en el tomo que os presento a continuación.

Bôken Shônen  (Adventure Boys en inglés) se podría considerar un trabajo muy atípico dentro de la carrera del mangaka. Adachi se ha labrado a pulso la fama de ser un mangaka especializado en la juventud (y en el deporte, pero ahora no viene al caso y también tiene obras que no son spokon). La mayoría de sus obras son un canto a la juventud, donde casi todos sus protagonistas son adolescentes que irán creciendo a medida que pasan las páginas y van madurando.

En cambio, en Bôken Shônen los protagonistas ya son hombres adultos, que en un momento de su vida deciden —de forma voluntaria o forzada— hacer una introspección y rememorar alguna experiencia que tuvieron en su niñez y que les marcó de por vida. Así serán capaces de evitar el desastre en el que están metidos en ese momento.

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Bôken Shônen es un conjunto de 7 historias cortas, que fueron escritas en diferentes años de forma independiente para la Big Comic, es decir, un conjunto de one-shots. Que se hayan agrupado bajo el título de Bôken Shônen y no dentro de la cabecera Short Program ya es un indicativo del cambio de registro (casi todos sus one-shots se agrupan en tomos bajo ese título, del que ya han salido 4 entregas, 2 de las cuales llegaron a España).

Como en cualquier tomo recopilatorio, hay historias que te gustan más que otras, o bien porque se las ha trabajado más, o bien porque algún tema no te interesa. Lo cierto es que al ser solo historietas, mucho tiempo para trabajar la trama no tiene, y todas normalmente siguen un mismo patrón: presente-pasado-presente. Además, podríamos catalogar las historias dentro del género del realismo mágico, ya que normalmente en todas las historias hay un fenómeno mágico que induce al planteamiento o resolución del problema, y los protagonistas lo aceptan sin muchos problemas. El realismo mágico no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es suscitar emociones sino, más bien, expresarlas, y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.

Adventure BoyEso sí, el estilo narrativo tan típico de Mitsuru Adachi se manifiesta en todas y cada una de las historias. Cualquier relato destila que ha sido creado por Adachi en todas sus páginas, y el dibujo es el mismo al que nos tiene acostumbrados, ya que se podría decir que no ha cambiado mucho desde los 80: Fondos detalladísimos con el diseño tan peculiar de los personajes que tiene. Eso sí, en este tomo podemos ver un diseño que no se puede observar en las otras historias: los niños en los flashbacks. Cuando este mangaka dibuja un niño en un flashback tiende a dibujarles las pupilas completamente negras, mientras que si los personajes están en el presente sus ojos tienen los reflejos brillantes habituales.

En definitiva, en este tomo podemos esperar todo lo que siempre nos ofrece Adachi en sus mangas: humor, béisbol (en un cuento), drama e historias interesantes, solo que el enfoque puede que sea un poco más adulto. Ah, y a Doraemon.