Hoy os traemos la segunda parte de nuestras recomendaciones veraniegas (primera parte aquí), artículo que corresponde a nuestros redactores Ashita y Calave, los buenos, vaya. Egocentrismo aparte, imagino que muchos de ustedes aprovechan el verano para ponerse al día con todo el manga que hayan comprado durante el año. Si han sido fieles lectores y ya les queda poco, quizás les interese conocer sendos mangas que bien podrían leerse del tirón en poquito tiempo.
Nuestras recomendaciones no sólo son obras ya finalizadas en nuestro país, sino que también nos son muy queridas individualmente. Por ello, nos gustaría que nuestra opinión sirviese, como mínimo, para sacarles de dudas si alguna vez ya se habían planteado la lectura de estos mangas.
Calave recomienda: Poguri
Si tuviese que recomendarles un manga para leer en verano y quisiera que me hiciesen caso, lo mejor sería buscar algo que llame la atención, que sea fácil de leer y que no escueza al bolsillo. Todas esas condiciones, y probablemente alguna más, las cumple Poguri. Poguri es una obra de Isami Nakagawa (creo que su única obra publicada en España) reeditada en un tomo único de 3€ por EDT.
No sabría deciros exactamente de qué trata, porque no trata de nada realmente, es un manga, como el propio Nakagawa dice, con la textura de una pastilla de jabón. Tiene un protagonista, Poguri, un niño al que todo se sale mal; y tiene un mundo propio, un lugar donde podemos plantar semillas de helicóptero, donde el pájaro del reciclaje se come la basura y el polen son hombrecillos diminutos flotando en el aire. Pero sobretodo, lo que destaca de Poguri, es que tiene un dibujo, un sentido del humor y una forma de contarte las cosas que lo hace realmente especial, diferente el resto de mangas que hayáis podido leer.
Cada página izquierda del manga nos cuenta una anécdota de Poguri, una situación que ocurre dentro de su mundo de fantasía. Allí, todos los habitantes tiene algo que los hace diferentes y Poguri nos los presenta uno a uno, el señor Cactus, el señor Abeja, la liebre-tortuga, o Hesomaru, la rana gigante, son sólo algunos de los estrambóticos vecinos de Poguri.
¿Y cada página derecha? Cada una es un fotograma, si las pasas rápidamente puedes ver a Poguri en movimiento. Y esto es sólo una peculiaridad más del conjunto, que nos indica que Poguri es un manga como ningún otro que hayamos visto en España.
Cuando acabas de leer Poguri no te deja intrigado, ni excitado, ni chafado, sólo te deja una sonrisa y buen humor para el resto del día.
Ashita recomienda: Aqua/Aria
Cuando llega el verano, mucha gente aprovecha para dedicar su tiempo a actividades que, por a o por b, no puede hacer cuando trabaja o estudia. Es el momento de viajar, quedar con los amigos, ir a la playa o, porqué no, leer. Y es que leer en verano se ha vuelto toda una institución para muchos, y según mi humilde opinión, esta es la mejor estación para ejercer esta actividad.
La indescriptible sensación de poder tumbarse en el césped o en una silla en la sombra y disfrutar del calor hipnótico mientras disfrutas de una buena obra es maravillosa. Es lo que los italianos llaman el dolce far niente (el dulce hacer nada) y yo como buen practicante de esta filosofía, lo aprovecho tanto como puedo. Y si hay un manga que parece haber hecho esta idea suya, este es Aqua o también su continuación directa Aria.
Esta historia creada por Kozue Amano consta de 14 volúmenes (2 de Aqua y 12 de Aria), editados todos ellos en España por Ivrea. Puede que estos nombres no os suenen, pero si me refiero a él como el manga de las góndolas, creo que muchos empecéis a saber de lo que os hablo. Y es que el argumento no puede ser más simple, trata de una chica que llega a Neo-Venecia una ciudad marciana que se construyó a imagen de la ciudad italiana para aprender el oficio de gondolera. Esta aprendiz, Akari, tendrá que conocer un montón de gente nueva y vivirá múltiples experiencias.
Aria es un manga especial, una obra de ciencia-ficción de carácter costumbrista que se caracteriza por un ritmo lento, pausado y poético. Decir que en sus más de sesenta capítulos no ocurre nada destacable sería muy extremo, yo veo esta obra como un cuadro donde la mangaka se dedica a pintar las estaciones. En sus páginas podemos casi sentir el fluir del tiempo, adentrarnos en sus trazados y disfrutar del otoño, del verano, del carnaval veneciano, del placer de remar, de vivir. Es la cristalización de la ideología explicada antes, es una forma de vivir.
Aria o te aburre o te fascina, y el vacío que sientes dentro de ti cuando termina es increíble, la sensación de dejar un buen amigo tras haber pasado mucho tiempo juntos, de pasar página en tu vida, del fin del verano y la vuelta a la rutina. Pero tranquilos, este manga permite una lectura aleatoria de cualquier de sus capítulos cuando quieras, y siempre consigue sacarte una sonrisa cuando eso ocurre.