En Hablando en manga hemos hecho muchas reseñas de novedades manga punteras en nuestro país, pero quizá en lo que anime se refiere no hemos dado nuestra valoración sobre las series que van saliendo a la palestra televisiva japonesa todo lo que nos gustaría. Es por ello que queremos remediarlo a base de ver los primeros capítulos de las nuevas obras y luego comentar, entre varios redactores, nuestras opiniones acerca de las mismas. Esta vez hemos querido hacerlo con Free!, un anime que va a dar mucho que hablar en las próximas semanas y que, la verdad, presenta opiniones muy dispares: desde gente que lo adora a otros que que con sólo ver el primer episodio ya sabemos que esto no pinta muy bien.
Os animamos, ya de paso, a que dejéis vuestra opinión de la serie en los comentarios.
La opinión de Ashita
Empezaré rompiendo una lanza a favor de Free!: si de una cosa no le podremos acusar, es de fallar las expectativas creadas. Cualquiera que supiera de la existencia del nuevo anime de Kyoto Animation, sabría que era una historia que mucha trama no tendría y que estaba especialmente dirigido a un target femenino de cierta edad. Eso sí, ahora os pido un minuto de silencio para recordar los veinte minutos de mi vida que perdí viendo esta obra. Tenía curiosidad para saber como sería este «éxito», pero desde el primer minuto ya quise cerrarlo. Solo la esperanza de «puede que mejore un poco» me hizo no despegarme de la pantalla. Y cuando llegaron los últimos diez minutos, cada uno de ellos se me hizo eterno, hasta el punto de empezar a reír cuando la canción final empezó a sonar, porque sin duda alguna, los animadores se fumaron algo cuando diseñaron el ending. Ya sabéis, la mejor forma de enfocar la vida es con cinismo.
No me quejaría si entre tantos regalos para la vista de las chicas (y porque no, de los homosexuales) hubiera un poco de historia. Un tema aparte es la anatomía que se han inventado los dibujantes, pero no puedo creerme que tres de los cuatro protagonistas presentados tengan nombre de mujer y se llamen entre ellos utilizando el sufijo –chan. Es ridículo. Enfermizo. Y la historia en sí no tiene atractivo. El típico niño prodigio que no quiere protagonismo y el antiguo amigo de la infancia ahora son rivales, y aprovechan la mínima ocasión para quitarse la ropa e ir a la cama y lanzarse a la piscina. Sin mediar palabra, oye. Nos vemos y vamos al lío, que estamos muy acalorados. Si a eso le sumamos personalidades muy poco desarrolladas, arquetípicas y ridículas hacen que desde un punto de vista argumental, la historia tenga cero atractivo. Si tuviera que definir el anime en una palabra, esta sería ridículo, como bien la he ido utilizando a lo largo del escrito. No creo que por mi parte siga con la historia, espero que sea un fenómeno pasajero y la gente ya no se acuerde de ella dentro de seis meses.
La opinión de Dorion
Nosotros lo sospechábamos y los avances lo presagiaban: en Free! hay poco que rascar. Se han cambiado las chanchas y las pelotas por las piscinas y los torsos de ensueño, sí, pero lo que nos ha dejado en su primer capítulo lo último de Kyoto Animation, sin ser este hecho algo malo por definición, no es nada que no hayamos visto antes en una serie de temática deportiva. A pesar de una presentación inspirada de los personajes, de sus motivaciones y de sus propósitos, ninguno de ellos brilla por encima de sus roles: el protagonista noble y apasionado en su deporte sigue actuando como tal, los patanes de los amigos no parece que vayan a renunciar a su función de secundarios graciosos –me autocorrijo: presuntamente graciosos– y el antiguo compañero de fatigas ahora convertido en rival tiene su dosis justa de hostia en la cara. Todo lo demás, es historia. Y esa historia, para bien o para mal, depende de lo que Free! quiera para sí misma, algo de momento parece centrarse en un espectáculo de músculos prominentes y cuerpos esbeltos a disposición del fan-service más descarado que se recuerda en mucho tiempo. Algo así como lo que pasaba en Sword Art Online, sólo con tíos medio en pelotas en lugar de jovencitas jamonas y exhuberantes.
Flanqueado por un opening más que decente y un ending que produce vergüenza ajena, Free! tiene las mismas posibilidades tanto de convertirse en un anodino y pasable entretenimiento para pasar el rato como de sobreponerse a su prejuicioso estereotipo y crear una narrativa lo suficientemente bien trabajada para el interés del espectador. De momento, el director Hiroko Utsumi ha dejado cosas interesantes por el camino, tales como un uso sorprendentemente eficiente del lenguaje audiovisual para las escenas de natación –y que puede darle muchísimo juego a las escenas que conformen las futuras competiciones en las que se participen los personajes—o lo que parece ser una agradecidísima intención de no quemar demasiado las relaciones de tonteo entre el elenco femenino de turno y sus protagonistas. Todo pequeños destellos de calidad que, sin embargo, no desligan demasiado al público de mantener un controlado escepticismo ante lo que a todas luces parece que acabará siendo un producto destinado a despertar la histeria de un público demasiado concreto y difícilmente soportable. Al fin y al cabo, la serie ya tiene la mitad del trabajo hecho: Tumblr ya está petado de yaois y en Google Imágenes se suceden los fanarts de dudoso gusto sin quererlo.
La opinión de Rubén
KyoAni lo ha vuelto a hacer: una historia insulsa con personajes irreales pero con una muy buena animación de fondo, aunque en esta ocasión se ha pasado en exceso con el fan-service, abusando de desnudos y escenitas muy artificiales en general. Una combinación muy explosiva para cierto grupo de fans del anime y manga que cada vez se hace notar más y más en la red, las fujoshis, pero que a mí me decepciona considerablemente.
La verdad es que me sentí algo estafado, pues tenía muy claro que el fan-service iba a ser algo constante, pero aun con eso, la historia podía ser buena si no introdujesen unos personajes tan irreales, porque lo único que hicieron fue elegir varios prototipos de personajes, rociarlos con un poco (bastante) de feminidad y crear a los protagonistas en base a eso. E incluso con eso la serie podía haber tirado por la vertiente cómica, pero no, parece que quiere ser una historia medianamente seria, con algún que otro drama forzado, y falla estrepitosamente en eso.
La opinión de Sergi
He tenido que ver el primer capítulo de Free! por obligación: no me llamaba nada, sabía que no me iba a gustar y lo único que quería era quitármelo de encima para poder escribir estas líneas y olvidarme lo antes posible de lo patético e intrascendental que es lo nuevo de Kioto Animation. Y es que me gustaría decir que al menos es un producto pasable, quizás entretenido, pero es que no lo es –no al menos este primer capítulo–. No es ni gracioso lo malo que es. A los pocos minutos ya se ve claro por dónde van a ir los tiros y sabes que, o eres una adolescente de 13 años o esto no te va a gustar.
Cuatro tíos que a la mínima se quitan la ropa, que no tienen problema en darse la mano para ayudarse a salir de la bañera desnudos y que en general se arreglan el flequillo cada cinco o seis frames, y que encima tienen unas personalidades tan predecibles, no pueden sostener un guión que ya de por sí da para la sorna y el insulto barato. Free! no es un buen anime, no es un buen producto y en general es algo que no merece 20 minutos de la vida de nadie. Espero no tener que volver a tener que ver esto nunca más, y es una pena, porque bien llevado un buen anime sobre natación podía haber sido un puntazo este verano.
La opinión de Shiru
Llega la nueva temporada de anime, y con ella una nueva tanda de series de todo tipo con Free!, lo nuevo de KyoAni, a la cabeza como uno de los más destacados: lleva ya meses en boca de todos, tanto gente ilusionada antes de que siquiera se estrenara, como gente criticandola sin saber nada de él. Bastante absurdo en ambos casos. Aunque, por supuesto, también estaban los indiferentes a los que todo el tema les daba un poco igual.
Pero ahora que sí que se ha visto cómo es realmente el nuevo anime de KyoAni, llueven las opiniones. Personalmente lo he empezado por curiosidad, y aunque no esperaba un producto demasiado notorio –me esperaba algo más bien tirando al yaoi descarado– realmente me ha sorprendido para bien, porque aunque sí que es cierto que este primer episodio ha tenido varios momentos de fanservice, me han parecido ciertamente anecdóticos y soportables, ya que este capítulo se centra en lo que les interesa, nadar. Por otra parte tampoco han descuidado el contar algunas cosas de su vida, que para entrar en materia no han estado mal. Espero el próximo capítulo con bastantes ganas, y espero que no acabe degenerando demasiado.