Hacer una historia de detectives es fácil. Hacer una historia donde detectives resuelvan casos de índole realista (entendamos por esto lo que el Detective Conan de Aoyama hace) no tanto. Elucubrar la historia de un detective, su pasado y su presente no es nada complicado y es una tarea que cualquier guionista de medio pelo podría afrontar saliendo airoso de la situación. Al fin y al cabo personajes con esta señas de identidad hay a montones por todo tipo de cómics y películas.
El problema viene, ahí sí, cuando se trata de trabajar en la resolución de un caso. Hacer que el asesinato del vecino del cuarto del protagonista resulte emocionante en su resolución, así como inesperado, sí que no es algo sencillo. Con Two Keys no sé muy bien hasta qué punto las autoras tenían la intención de crear un cómic que pudiéramos tildar de policíaco, porque al menos en este primer tomo resulta el hecho de que ese sea el oficio del protagonista casi hasta anecdótico.
Anecdótico resulta también cualquier otro intento de la obra por mostrar algo en profundidad: todo intenta ir demasiado deprisa. Se nos quiere mostrar mucho en un primer tomo que quiere (y logra) sentar todas las bases de un mundo que ha sufrido ciertos incidentes importantes para el posterior transcurso. Y a pesar de que no nos dé tiempo a presenciar ninguna escena especialmente memorable o algo que realce todo lo que Chloe Chan y Aliena Shoemaker creo pueden llegar a ofrecer, sí que consiguen su objetivo; una de vez hemos terminado de leer este primer tomo nos hemos enterado sin ninguna confusión de todo lo que se nos ha querido contar.
Nos puede haber parecido mejor o peor todo lo sucedido, pero han hallado una manera de hacernos saber todo lo necesario para que continuemos la lectura con cierto interés de ahí en adelante. La historia nos presenta a Colin Aston, un desafortunado detective que regenta un pequeño bareto al que no suele acudir demasiada gente junto con una chica. Un día y sin previo aviso se presenta una esbelta mujer para hacerle un pequeño encargo. Lucas Blaire, un miembro de la AIFA (Agencia de Inteligencia en Fuerzas Anómalas) ha desaparecido y se ha de encontrar antes de que el pánico se extienda por la población. Cosa normal por otra parte, pues la AIFA se dedica a capturar a los ocultos, seres con aspectos y capacidades superiores a las de los seres humanos capaces de crear todo tipo de desastres en un mundo donde los humanos conviven con estos seres.
Este primer tomo ya deja entrever bajo líneas un cierto mensaje moralista algo típico –pero que nunca viene de más– acerca de la discriminación y el rechazo hacia los seres diferentes. El tomo nos presenta la resolución de la desaparición de Lucas muy pronto, con poco momento para un disfrute más real y directo más allá de la presencia de un dibujo muy especial (perfecto en ciertas viñetas pero con facilidad para el descuido a la hora de ciertos planos complicados), para en seguida encaminarse hacia otro punto del cual no sabemos mucho más allá de un planteamiento algo sencillote que, supongo teniendo en cuenta el ritmo de la narrativa, se acabará cerrando en el siguiente tomo.
Two Keys es una obra a la que hace falta algo más de tiempo para ver cómo se desarrolla y ver si consigue sobrellevar a sus espaldas una historia interesante (aunque beba mucho de otras obras) pero que por el momento nos contenta con un primer tomo notable que gustará a los amantes de esa estupenda conjugación que suele ser la de seres fantásticos en un mundo real.