Entre julio de 1997 y el 12 de diciembre de 2014 han pasado 17 años, los necesarios para terminar de publicar el manga de Evangelion de la mano de Norma Editorial. Tantos años para 14 tomos en los que condensar una de las historias que más ha dado que escribir y hablar del mundo del manganime. Si la serie de animación emitida entre 1995 y 1996 fue toda una revolución, su versión en papel no se quedaba atrás. Al contrario que otras adaptaciones de series animadas ésta corría a cargo del diseñador de personajes, Yoshiyuki Sadamoto, un artista que aparte de saber diseñar e ilustrar sabe hacer manga, algo que aunque parezca mentira no todos son capaces. Mientras otras adaptaciones eran meras excusas para ganar dinero (¡hola mangas paralelos de Evangelion!) Sadamoto empezó adaptando fielmente la historia para pasar a ofrecer las partes más destacadas con nuevos argumentos, algunos cambios, diferentes perspectivas y bastantes añadidos.
Ciertamente, tras tantas versiones de la historia a través del anime, desde la serie original y las películas que ofrecían el auténtico final pasando por la versión del director (y la versión del director de la versión del director) hasta los nuevos filmes, la intriga del manga pasaba por saber cuál de todas esas versiones adaptaría o si prostituiría aún más la serie dando otra versión. Queda a juicio del lector considerar si las páginas finales, incluyendo la historia corta, son el broche merecido de la serie o no. Lo que este articulista querría saber es cuántas de las personas que compraron aquel tomo de 96 páginas de papel reciclado por 595 pesetas allá en 1997 leerán las publicadas este año, si es que todavía se acuerdan de Evangelion. No se puede echar la culpa a la editorial de la escasa celeridad en la publicación, sí al autor de postergar este trabajo por cualquier otro que tuviera. ¿Se puede castigar al aficionado con este ritmo? ¿Es bueno para la serie?
Sin embargo, sí se puede echar en cara a Norma la desidia para con este manga en sus últimos años. Mantuvo la edición en dos formatos, en prestigio y en tomo para atraer nuevos lectores, para dejar caer el primero después de 22 números. No hacía falta ser muy lince para pensar que si el tomo sale antes y encima es más barato y con más extras que el formato prestigio éste va a salir perjudicado. Y puede creerse que la edición española no haya aparecido en la salida internacional por un retraso en los materiales ajeno a Norma, la edición francesa también se retrasó una semana, pero sí puede achacarse la nula publicidad dada a la que debía haber sido una de las publicaciones del año. Ni aparecía en el listado de próximas publicaciones ni aparece en su web en el apartado de novedades con el tomo ya en las tiendas. Cualquiera diría que lo han editado por obligación contractual aun siendo uno de los títulos clave del cómic japonés.
Pero es que no sólo se ha apreciado desinterés por parte de la editorial, este retraso en la edición tampoco ha hecho ruido entre los aficionados. Aficionados con ganas de montar la revolución por cualquier aspecto por muy nimio que pueda parecer. Y sin embargo, en este caso, nada. Da la sensación de que Evangelion se despide por la puerta de atrás como si hubiese sido una serie de moda más.