Las películas de Ghibli son de esas cosas que gustan a todo el mundo, como las tiras de Peanuts, los batidos de chocolate o Mario Kart. Eso es así. Tampoco hay por qué negar, ojo, que sí hay gente que siente más pasión que otra por todas esas cosas maravillosas: es el caso de los autores de Mi vecino Miyazaki, un libro sobre el estudio de animación japonesa en el que destaca, sobre todo, un incombustible amor por el mismo. A nosotros en esta precisa web nos gustan también muchísimo las películas de Miyazaki y cía, pero leyendo con atención el libro uno percibe una especial pasión por todo esto, podríamos decir que de un modo mucho más profundo y espiritual. Y es casi mágico, eso, porque recuerda a uno muchas obras maestras de una forma bien bonita, permitiendo al mismo tiempo prestar detalle a otras cintas que quizás han pasado más desapercibidas a lo largo de la historia de una productora que ha traído al mundo obras como El viaje de Chihiro o Porco Rosso.
El libro lo escriben Álvaro López y Marta García, la magnífica gente detrás de Generación Ghibli a la que siempre estaré agradecido por dejarme participar en el libro con un pequeño texto acerca de El viento se levanta. Veréis: la estructura del libro está basada directamente en las críticas de películas (aunque de ellas, bastante extensas, uno saca mucho más que una simple idea de esta o aquella cinta), y al final de cada una tres firmas invitadas (críticos, blogueros, escritores; gente que mola) aporta también su granito de arena con un pequeño comentario. Y es algo mucho más didactico de lo que parece, porque además de para desvirtualizar parcialmente a gente de internet uno aprende también más de lo que se puede pensar en un primer momento. De eso trata este libro, al final: de aprender y conocer sobre la animación japonesa que lo cambió todo.
Bien recomendado, la verdad, con una maquetación bastante resultona y una edición en tapa dura de Diábolo estupenda.