Crónica del XX Salón del Manga de Barcelona

Crónica del XX Salón del Manga de Barcelona
Por Hablando en Manga el 07/11/2014

Hace una semana el mundo dejaba de girar para muchos de nosotros, puesto que llegaba el Salón del Manga. Y no uno cualquiera, sino la vigésima edición, 19 años después de aquel primer intento de 1995 en la Estació de França de la capital catalana, donde el evento estuvo solo otra vez y luego pasó a La Farga de L’Hospitalet, que de 1997 a 2012 vio crecer a los asistentes de los 7.000 de la tercera edición a los 65.000 en los que se había estancado por el aforo disponible hasta la decimoséptima. Desde el cambio a la Fira de Barcelona, en Montjuïc, estos números se han acabado duplicando en las tres ediciones que se han celebrado ya allí, y en las que se ha aprendido de los errores para aprovechar cada vez mejor el espacio y evitar colas sin el premio final de una entrada.

Un XX Salón del Manga no podía ser flojo, ni presentar los problemas de aforo que se vivieron hace dos años. Esta vez se ha actuado con cabeza y cuando las entradas disponibles para el sábado, el día de más asistencia, se terminaron gracias a la venta anticipada online, no se vendieron más. Nadie mínimamente interesado en el salón y con dos dedos de frente se puso a hacer cola inútilmente para que le acabaran diciendo que no había entradas a la venta. ¿Quizá habría cabido más gente? Caber, sí, pero por primera vez en muchos años se podía respirar en un Salón del Manga durante el día más fuerte. Y a pesar de estas medidas se ha llegado al récord histórico de 130.000 personas, 15.000 más que en la edición anterior.

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También es cierto que se ampliaron los espacios y se pasó de 35.000 metros cuadrados a 50.000, con los mismos dos pabellones de las otras veces, pero abriendo partes antes no accesibles y situando mejor las zonas. Gran acierto lo de colocar el escenario en el amplísimo patio de entrada al recinto, y no dentro. También lo fue separar la zona Nintendo, también conocida como zona Pokémon, en el Palacio 1, donde estuvieron tanto la exposición de cómic bélico en el 32º Salón Internacional del Cómic como el túnel de béisbol y la exposición de manga deportivo en el XIX Salón del Manga.

En una ocasión como esta tampoco se podía traer, sin ánimo de ofender, a autores de segunda. Las editoriales lo sabían, y Norma nos trajo a dos de innegable importancia, como son Takeshi Obata, el responsable gráfico de Death Note, Bakuman y All you need is kill, entre otras, y Kengo Hanazawa, el autor de uno de los últimos bombazos seinen, I am a hero, quizá no tan importante en términos históricos pero sí de rabiosa actualidad. Ivrea, por su parte, se estrenaba con un invitado cuya importancia excede la de los dos mencionados y que probablemente jamás podrá superar: Takehiko Inoue, el maestro creador de Slam Dunk, Vagabond y Real. Casi nada. Planeta Cómic (llamémosla así para irnos acostumbrando) esta vez no trajo a ninguno, pero aseguró en su presentación de novedades que había intentado convencer hasta a 4 autores distintos, y habrían sido de mucho calibre (aunque no se dijeron nombres), pero que no había podido ser.

Hablando de presentaciones, HEM estuvo por segundo año consecutivo cubriendo el Salón y os contamos en directo a través de Twitter, para luego ampliarlo en forma de noticias, lo que se iba diciendo y anunciando en los encuentros de las editoriales con los fans. Se revelaron nuevos títulos que llegarán ya de cara a 2015, y alguno provocó miniovaciones, pero tampoco nos emocionó en exceso lo que nos contaron. Es algo triste, por la situación, que algunos de los anuncios más excitantes fueran recuperaciones de obras que quedaron cortadas al cerrar EDT. Pero es cierto que la gran cita anual de los otakus es el Salón del Manga, y ese es el momento en el que las editoriales intentan lanzar sus novedades más llamativas, y por ello las licencias gordas de verdad nos las darán a conocer en abril, en el marco del 33er Salón Internacional del Cómic de Barcelona.

Por lo demás, un Salón con todo lo que tiene que tener un Salón: interesantes exposiciones (dedicadas en este caso a Obata y Hanazawa, Ken Niimura, el J-Pop, Saint Seiya, sellos japoneses basados en manga y anime, bonsáis e ikebana, Pokémon y, como no podía ser de otra forma, el propio Salón del Manga, con un repaso nostálgico a los 20 carteles que lo han anunciado hasta ahora), concursos (la final española del World Cosplay Summit 2015, el Anime Song Contest…), stands de todo tipo y las correspondientes compras, firmas de autores y encuentros con los fans, master classes, talleres de manga y de gastronomía japonesa y proyecciones de anime en los multicines del centro comercial de Las Arenas, entre otras actividades.

Esperamos volver a estar en el XXI Salón del Manga, que según el director del evento, Carles Santamaria, volverá a ampliar espacios, y que nos sigáis y apoyéis como lo habéis hecho también esta vez.

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