Cuando se anunció que Studio Ghibli produciría una serie de televisión, muchos fans se quedaron de piedra: poca gente se podía esperar que tan conocido y legendario estudio adaptaría una novela de Astrid Lindgren a la pequeña pantalla; se puede decir que Goro Miyazaki sorprendió a todos con Sanzoku no Musume Ronja. Desde el inicio se miró con escepticismo la serie, más con el para muchos infame Goro como director, y las criticas no pararon de llover cuando se anunció que el anime contendría CGI 3D.
Tras ver los dos primeros capítulos, como mínimo puedo decir que la serie no me ha disgustado. No es justo tampoco acusar a Ghibli del CGI, la animación ha ido a cargo de Polygon Pictures (Knights of Sidonia), y Ghibli solo ha ayudado en la producción. Este tipo de animación, pese a ser más pulida que en otras series con la misma técnica, no termina de ser estéticamente agradable. Este fallo lo compensan con unos fondos muy vistos, aunque bastante estáticos.
La historia es infantil, con personajes graciosos y fáciles de querer, donde idealiza la vida del forajido y del bandolero. En los dos primeros capítulos poco se puede intuir de por dónde irá la historia, pero parece que se decantará más bien en contarnos las aventuras que experimentará Ronja en el bosque. Estamos en un mundo medieval con toques de fantasía, y puede que la trama oculte algún misterio entre los mensajes ambientalistas que seguro nos ofrecerán. Por el momento, el trabajo de Hiroyuki Kawasaki me ha gustado, el ritmo de los capítulos ha sido comedido, pero sin llegar a aburrir o estancarse en ningún momento. En definitiva, Ronja ha empezado con buen pie, sin presentarnos un piloto espectacular pero demostrando un buen hacer que puede indicar que estamos ante una serie consistente y entretenida. Eso sí, en ningún momento he podido ver ningún destello que pueda indicar que estemos ante una gran historia, veremos de cara el futuro como se desarrollan los hecho. De momento mi curiosidad y atención ya la tienen.