Reseña de The Mysterious Underground Men

underground tezuka

Hace unos meses los prestigiosos premios Eisner, los Oscar de los cómics, volvían a premiar la edición de un manga de Osamu Tezuka en los Estados Unidos. Sí, la edición, que en este caso es bastante especial porque se trata de un facsímil, esto es una reproducción del libro en las condiciones originales o, por lo menos, con su aspecto. Claro está, dentro de lo posible.

En el caso de The Mysterious Underground Men lo de «facsímil» hay que cogerlo con pinzas, porque es un libro de tapa dura, diseño de portada hecho expresamente de acuerdo con la línea Ten Cent Manga de PictureBox y más de 50 de sus alrededor de 200 páginas son un interesante epílogo que evidentemente no se publicó en Japón en su momento y menos aún en inglés. Pero no deja de ser un motivo de alegría poder leer otro manga de Osamu Tezuka, y más en un caso como este, tratándose de una obra bastante desconocida.

The Mysterious Underground Men, originalmente Chiteikoku no Kaijin, fue una de las primeras obras largas del Dios del Manga, entendiéndose por «larga» que ocupara un volumen, pero como seguramente ya sabéis este señor había estado dibujando historias ya desde el colegio.

A diferencia de otras obras de los años 40, las de su debut profesional, vamos, con este volumen tenemos la ocasión de ver el dibujo del autor tal como era entonces. Hemos leído en castellano varias obras de aquella época, como Lost World o La nueva isla del tesoro, pero por distintos motivos lo que hemos leído en realidad son remakes hechos por el mismo autor, muy aficionado a introducir mejoras en sus obras a lo largo de los años aprovechando la ocasión que le proporcionaban las reediciones. A veces tenía toda la razón, en otros casos nos habría gustado ver cómo era la obra original. En The Mysterious Underground Men, de 1947, tenemos la ocasión, por fin, de ver cómo era un manga de Osamu Tezuka, sin retoques y con el estilo de los años 40. El aspecto gráfico puede chocar un poco al principio, porque no es tan «disneyano» como lo que estamos acostumbrados a ver, pero reconoceremos su estilo, que acabaría de pulirse hacia los 60.

También hay que decir que en aquella época, en la que no había los medios que llegarían años después, se utilizaban técnicas de reproducción de las obras que en la práctica consistían en calcar el dibujo original, por lo que se perdía, a veces más y a veces menos, la esencia del estilo del autor. En The Mysterious Underground Men nos damos cuenta de eso, el propio Tezuka consideraba que estas versiones de sus obras no estaban dibujadas por él mismo y la premiada edición, que incluye hasta el nombre del planchista en el índice, nos presenta unas páginas intencionadamente sucias, el color puesto de cualquier manera, descentrado (sí, es en color, pero bitono solamente)… Es así, está hecho expresamente.

Argumentalmente hablando es sencillo en extremo: se trata de un manga de aventuras a raudales y ciencia ficción, con una premisa tan improbable como la de un chico, apenas adolescente, que construye una máquina para cruzar la Tierra por dentro tras prometerle a su padre, muerto a consecuencia de un accidente de avión, que inventaría un método más seguro para viajar. El padre le había pedido que lo hiciera de mayor, pero da igual, él lo hace yendo aún a primaria. El proyecto va adelante y en el primer viaje los humanos se topan con una civilización que vive en el subsuelo y que tiene planes de conquistar la superficie, lo que da lugar a enfrentamientos y al clímax de la historia.

Entre los personajes vemos a futuros clásicos como el profesor Mostacho, Ken’ichi (el protagonista), Acetylene Lamp o Ham Egg (que debuta), cosa que supone un aliciente para los que adoramos a Tezuka, y también al conejo Mimio, el robaescenas de este relato, con una historia de lo más curiosa: se trata de un conejo con ciertas actitudes humanas que tras un experimento se vuelve aún más humano e incluso adquiere la capacidad de hablar. Y por arte de magia se ve envuelto en la aventura principal, aunque su misión es ser reconocido como humano, ser uno más.

The Mysterious Underground Men, como historia, no es nada del otro jueves. Las otras obras de Tezuka de aquellos años que hemos podido leer son más famosas y lo son con razón. Pero tiene una gran importancia histórica, y no solo por lo que nos cuentan en esta edición en un epílogo nutrido de información interesantísima sobre las influencias del autor para crear este manga, sean del mundo del cómic, del cine o de la literatura, y sobre la propia relevancia de la obra, sino porque es uno de los ejemplos más antiguos y fundacionales del estilo narrativo del Dios del Manga, que rápidamente se etiquetó —si bien al propio autor no le gustaba la etiqueta— como story manga, caracterizado por el dibujo dinámico, poco texto, pocas y grandes viñetas (en ocasiones incluso ilustraciones a doble página) en torno a una única trama y un tono más bien dramático. En este manga, además, Tezuka sorprendió a todo el mundo y marcó a una generación con un final trágico que no desvelaremos, naturalmente. Podéis haceros con The Mysterious Underground Men en inglés, y por las características de la obra y la edición se puede decir que es prácticamente imposible que lo veamos jamás en castellano. Glénat en sus años locos quizá lo habría sacado. Ahora, nadie. Ni en sueños.