Saint Seiya #15 El amanecer de los muertos

Decsaint seiya 15ía, al hablar del volumen 14 de la edición definitiva de Saint Seiya, que con él terminaba una saga poco innovadora. Una saga, la de Poseidón, que repetía estructura respecto a la primera, la del Santuario, y que nos ofrecía más de lo mismo casi literalmente. Por suerte no es así con el inicio del siguiente arco argumental, el de Hades, donde cambian hasta los protagonistas, por lo menos en su arranque.

No es excesivamente original su planteamiento, lo hemos visto en otras ocasiones, pero hay que admitir que mola, y es que la reaparición de personajes caídos en combate es una fórmula que, si se repite tanto, será por algo.

En cualquier caso el volumen 15 de Saint Seiya es un soplo de aire fresco, una ruptura con lo establecido hasta el momento, y habrá que ver si esta tónica sigue en los tomos que están por venir.

Confieso que me he llevado una sorpresa muy agradable al ver que en esta nueva saga, por lo menos aparentemente, no nos encontramos con combates repetitivos y la típica estructura de «caballero de poder inferior lucha por encima de sus posibilidades y cuando ya debería llevar un rato más que muerto hace un último esfuerzo y vence al enemigo de turno, mucho más poderoso». No. De hecho, en el volumen 15 la presencia de los caballeros de bronce es casi testimonial, y el protagonismo es para los de oro.

Atenea vuelve a estar en peligro, y esto no es nuevo, pero ahora serán sus caballeros de más rango los que intentarán defenderla. Los caballeros que sobrevivieron a la primera saga, claro está, porque los que perdieron la vida… aparecen en el bando contrario, encabezado por Hades, que liberado del sello en el que lo había encerrado Atenea siglos atrás se dispone a acabar con ella empleando un ejército de 108 espectros (excusa para presentar más caballeros inéditos) y varios caballeros de oro revividos y corruptos. Esto lo hemos visto años después en Naruto, por ejemplo, y en la saga La noche más oscura de DC Comics, pero por algún motivo es una fórmula que no pierde interés.

En el fondo los combates siguen siendo más o menos como los que habíamos visto hasta ahora, pero el autor aprovecha por fin personajes carismáticos a los que habíamos visto poco y les da un respiro a los de bronce, y de paso también a nosotros.