Primeras impresiones de Nieve en Verano

nieve en verano tomodomoCuando nace una editorial, o cuando una editorial se decide a empezar a publicar manga, evidentemente es una gran noticia para nosotros, los seguidores del cómic japonés. Además, cuando se trata de una casa pequeña, que empieza y que lo hace con mucha ilusión, tiene ese plus que hace que simpaticemos con su primer proyecto, que nos predispongamos a que nos guste. A veces nos llevamos un chasco porque por muy buena intención que tenga aquella pequeña editorial el producto final es un desastre a nivel de impresión, o de encuadernación, o de traducción, etc.

No es este el caso de Tomodomo Ediciones, nacida este mismo verano, que nos deja muy buen sabor de boca tras la lectura del número 1 de su primera licencia, Nieve en verano, y nos ilusiona con su proyecto de publicación de obras poco conocidas en nuestro país, de pocos tomos y muy cuidadas a nivel técnico.

En fin, con el título original de Natsuyuki Rendezvous, este manga de Haruka Kawachi se serializó en la revista japonesa Feel Young, de la editorial Shodensha, entre 2009 y 2012, dando lugar a 4 volúmenes recopilatorios que nos trae la recién nacida Tomodomo con sentido de lectura oriental, periodicidad bimestral, tapa blanda con sobrecubierta, buen papel, impresión limpia y tamaño más bien grande, de 14,8 x 21 cm., lo que se conoce también como A5.

Se trata de un josei, o manga orientado principalmente a un espectro de lectoras que van desde las jóvenes adultas a las mujeres de mediana edad —es decir la contrapartida femenina del seinen—, pero que puede disfrutar cualquier lector masculino al que le interesen las historias de amor protagonizadas por personajes adultos, lejos de las aulas y de los recursos narrativos y gráficos del shôjo, como es el caso de quien esto escribe.

Nieve en verano es la sencilla y costumbrista historia de amor entre Hazuki, un chico de 22 años que trabaja en una floristería, y la dueña de la misma, Rokka, de 30, que resulta que es viuda. Con esta premisa, y ante según qué situaciones, es fácil compararla con la obra maestra Maison Ikkoku, de Rumiko Takahashi, y pensaremos más en la Princesa del Manga si añadimos el elemento sobrenatural —que, curiosamente, en la citada obra dejaba de lado de forma excepcional—, porque resulta que el difunto marido de Rokka también aparece en la historia.

El hombre, Atsushi Shimao, falleció de cáncer un tiempo atrás y ahora está instalado en forma de fantasma en casa de Rokka, que es la planta de arriba de donde tiene el negocio, por lo que Hazuki no tardará en empezar a verlo. Siendo él el único que se puede comunicar con Shimao, y como este le deja claro desde el principio que no permitirá que se acerque a su mujer, los intentos de Hazuki de tener una relación normal con Rokka son casi inútiles.

Sin embargo Shimao no es el típico fantasma tocanarices que aparece en varios mangas y odiamos enseguida, sino que nos podemos identificar con él, con su tristeza y su frustración por no ser capaz de hacer feliz a Rokka dada su particular situación. Hazuki, por su lado, es buen chico y tiene la mejor de las intenciones, así que tomar partido nos resultará especialmente difícil. ¿La solución? Pues algo que propone Shimao al terminar el primer tomo, y que no revelaremos, pero nos obliga a ver qué ocurre a partir del tomo 2.

Nieve en verano, argumentalmente hablando, no sería el josei más típico que nos podemos echar a la cara, puesto que los elementos de fantasía le quitan el realismo que pide el público al que se dirige, pero la forma de tratar el romance en sí, el tono melancólico y la cotidianidad de las situaciones gustarán al aficionado (y la aficionada, claro) al manga costumbrista y de tono más bien adulto. Gráficamente no es un manga de especial atractivo, los trazos son muy sencillos y los fondos brillan por su ausencia, pero cumple. Y los diálogos son breves, pero se sigue perfectamente la historia. En este sentido la traducción, bastante correcta salvo algún signo de puntuación ausente de vez en cuando y algún tiempo verbal erróneo, ayuda y mucho, puesto que a veces cuando el texto japonés es escueto y ambiguo se vuelve incomprensible en castellano por incompetencia del traductor, y por desgracia tenemos más de una obra así en nuestras librerías. Repetimos lo dicho al principio: no es el caso de Nieve en verano, un manga ciertamente recomendable y que deja un buen sabor de boca y ganas de seguir leyendo la historia de este original triángulo amoroso.