Primeras impresiones de Zankyou no Terror

zankyou no terror

Lo nuevo de Watanabe se ha estrenado con muchísimo menos ruido previo que la fantástica Space Dandy (reseña de mi compañero Ashita aquí), pero a simple vista percibo que ésta me va a gustar muchísimo más. Ya sólo el primer capítulo me ha parecido una auténtica barbaridad, y no sólo por la animación, lo bien que parecen estar preparados los personajes o la música, sino por la tensión. Simple y llanamente. Zankyou no Terror trata acerca de una pareja de jóvenes terroristas y sus movidas. Ellos suben algún vídeo que otro a You Tube, anuncian un poco de caos y allá que van, a hacer explotar media Tokio.

De tensión ha habido mucha, decía, porque la mayoría del capítulo (entramos en el pantanoso terreno de los spoilers, si no lo habéis visto todavía alertados quedáis) trata sobre cómo la pareja protagonista prepara (y efectúa) un atentado en la capital nipona. Y está muy bien, porque a pesar de que el terror humano que se muestra no acaba de convencer del todo –tampoco era el momento, la verdad– sí se le llegan a poner a uno los pelos de punta con las escenas de la chica que sale en la imagen de arriba, cuya vida pende de un hilo en todo momento tras encontrarse de casualidad en el momento del ataque con uno de los terroristas.

Al final del episodio se salva (por decisión propia, ya que escoge seguir con vida a cambio de ser cómplice), y es un resultado satisfactorio argumentalmente hablando, pero si hubiese llegado a morir, a pesar de lo cruel del asunto, el capítulo hubiese sido ya un estallido de buenas aptitudes. Un grito de poderío. Entonces no habría serie, claro, la unión de la chica en cuestión es el desencadenante de todo lo que espero (con ganas) venga ahora, pero vaya: hubiese sido un acto tan violento y deleznable que sólo podríamos alabarlo con más fuerza aún de lo que podemos hacerlo con este comienzo de lo nuevo del responsable de Cowboy Bebop.

¿Hay que seguirla? Sí.